Las empresas, independientemente de la industria a la que pertenezcan y el tamaño que tengan, tienen la necesidad de incorporar constantemente nuevas herramientas tecnológicas para mejorar sus procesos productivos, cumplir con trámites y regulaciones, eficientizar su estructura administrativa, expandirse, modernizar los canales de comunicación con sus empleados y clientes, agilizar la adquisición o venta de mercancías y demás funciones clave.